El pasado mes de marzo estuvimos en el colegio Hipatia-FUHEM con un taller para los niños y niñas de 3 años. El colegio nos invitó a realizar una propuesta sobre los Paisajes, que es el tema que han estado trabajando en el último trimestre en el ciclo de infanti,l y nos pedían que incluyésemos a las familias, en un aprendizaje compartido en la escuela entre padres/madres/abuelxs en el aula. Ha sido todo un desafío trabajar con grupos tan grandes de personas variadas, adultos y niños y un privilegio poder compartir nuestras formas de hacer con las profesionales de esta escuela.
A continuación copiamos el texto aparecido en el boletín de Marzo del colegio, con comentarios de algunas de las familias que participaron el taller.
NUESTRO CUERPO: UN PAISAJE DE EMOCIONES.
Nivel de 3 años
Cuando en el aula nos planteamos comenzar un proyecto le damos vueltas al enfoque: ¿por dónde queremos empezar?, ¿quécosas queremos que aprendan nuestros niños y niñas? Este trimestre el tema era, nada más y nada menos que “Los paisajes”,algo que parece fácil y sencillo, pero que no lo resulta tanto si quieres que además sea motivador. En el nivel de tres años le dimos vueltas y más vueltas hasta que encontramos nuestro enfoque, pero también nos apetecía traer a las familias al centro y que participaran de manera activa en la propuesta del aula. Además, queríamos movernos… ¡sí, movernos! ya que pasamosdemasiado tiempo sin conectar con lo que nuestro cuerpo nos pide y nos da.
Con todo esto encima de la mesa entramos en contacto con Laura Bañuelos, experta en danza, expresión corporal y expresión artística y le pedimos una propuesta para trabajar nuestro tema “Los paisajes” a través del cuerpo. Con su ayuda planificamoscuatro días (uno por cada grupo de tres años) para poder compartir en el cole con las familias una actividad de movimiento en la que trabajáramos los contenidos del aula, utilizando un material único: NUESTROS CUERPOS.
La experiencia ha resultado magnifica y en este pequeño artículo queremos recoger las impresiones que algunas de las familias participantes nos han trasmitido después de vivenciarla con sus hijos/as:
“Nos invitaron a participar, junto a nuestros niños, de un taller de movimiento. No sabía muy bien cómo sería. La verdad es que me imaginaba una especie de clase de psicomotricidad al uso.
Cuál fue mi sorpresa, que me encontré con una actividad sorprendente e innovadora. Las dos personas que dirigían la actividad nos adentraron en un mundo de sensaciones y emociones, que podían ser expresadas mediante el movimiento corporal. Podíamos representar el miedo, la alegría, la sorpresa. Mientras que para los niños ha sido como un juego, donde con su cuerpo, podían ser, todo lo que habían aprendido en clase sobre el campo y la ciudad, piedras, arboles, carreteras, edificios.
A mí la actividad me pareció muy dinámica y participativa, donde tanto mi hijo como yo nos encontramos muy a gusto. Una oportunidad de establecer vínculos con los demás participantes y de encontrarnos con nuestro cuerpo y nuestras emociones. Agradezco al colegio esta oportunidad” (Astrid, madre de Rodrigo 3 años.)
“Si le preguntamos a cualquier madre o padre qué cree que va a aprender su hijo en el cole, la mayoría nos responderá que su hijo o hija, aprenderá a leer, a escribir, a sociabilizarse, a comunicarse…y está genial, porque así es, aprenderán todas esas cosas, pero si encima les contamos que aparte de eso, les van a enseñar, creatividad, que van a potenciar su imaginación, que les van a enseñar herramientas para relajarse…sería ya perfecto. El pasado 20 de febrero el cole nos dio la oportunidad de participar en un taller de movimiento junto a nuestros hijos. La experiencia fue más que favorecedora. Los niños disfrutaron de la música, del baile, de los movimientos controlados, de la creatividad con sus cuerpos, de la creatividad formando paisajes con distintos materiales, de cómo éstos pueden cambiar. Es fantástico el poder del movimiento en la enseñanza y poder compartirlo con nuestros hijos lo hace más fantástico todavía. Yo especialmente me quedé encantada con la actividad, porque considero que hoy en día el factor estrés está muy presente en nuestras vidas y no solo en la de los adultos, sino también en la de los niños y poder mostrarles herramientas para relajarse, mediante algo tan divertido como es la música, el baile, el movimiento, debería de ser fundamental. Encima potenciamos su creatividad, su imaginación, enseñándoles a expresarse por sí mismos, a que experimenten, y a que dejen fluir sus emociones…como decía A. Einstein:
“En momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”
Agradezco mucho al colegio, que nos brinden la oportunidad de compartir estos momentos con nuestros hijos, ellos aprenden, pero también nos enseñan, nos recuerdan, que a lo largo de los años nos hemos ido olvidando de usar la imaginación y me encanta que mis hijos me lo recuerden.” (Noemí, madre de Martina 3 años).
Experiencias como están nos ayudan a encontrar espacios donde compartir, donde emocionarnos, donde experimentar nuevas sensaciones y seguir construyendo todos juntos y juntas nuestro colegio.